5. Principio de contigüidad temporal

Reloj de arena

Principio de contigüidad temporal

Aprendemos mejor cuando imágenes y palabras relacionadas se presentan simultáneamente en vez de presentarse sucesivamente.

Supongamos que tenemos que enseñar a alguien cómo funciona un motor de combustión. Una opción consistiría en explicar primero, durante un buen rato, los conceptos y detalles y, a continuación, mostrar unas imágenes o una animación que ilustra lo explicado. Otra opción sería la de mostrar las imágenes o la animación al mismo tiempo que explicamos los conceptos. El principio de contigüidad temporal afirma que en el segundo caso el aprendizaje es mejor.
Si las partes de narración van acorde con las animaciones, el receptor puede retener más fácilmente ambos elementos en su memoria de trabajo. De este modo, el receptor podrá construir conexiones mentales entre las representaciones verbal y visual, y dotar de mayor significado la información que va procesando.
Si bien el principio de contigüidad espacial hace referencia a imágenes y palabras que aparecen en una página o pantalla, el principio de contigüidad temporal tiene que ver con imágenes mostradas y voz narrada. Ambos principios contradicen la corriente teórica que afirma que para fomentar el recuerdo, es mejor exponer dos veces una misma información, con representaciones distintas (texto e imagen, por ejemplo). Como ya comenté en Diseña tus diapositivas respetando el principio de contigüidad espacial, la teoría cognitiva del aprendizaje multimedia de Richard E. Mayer se basa en la idea de que el aprendizaje es un proceso activo en que el receptor se esfuerza en darle sentido al material presentado. Precisamente la información a procesar toma mucho más sentido cuando las imágenes y la narración relacionada son simultáneas y se integran a la vez en la memoria del receptor.
El principio de contigüidad temporal no es tan aplicable cuando:
Se alternan segmentos breves de voz narrada con segmentos breves de animaciones (8-10 segundos por segmento). Entonces el aprendizaje también es bueno porque con intervalos tan breves el receptor es capaz de retener la información narrada mientras ve la animación correspondiente.
Cuando los conceptos a aprender son controlados por el receptor, en vez de por un instructor. Es decir, el receptor puede marcar el ritmo de asimilación de nuevos contenidos (pausando cuando sea necesario, o volviendo a ver alguna de las partes, etc).
Este principio, junto con el principio de redundancia, refuerza aún más el hecho de que es mejor usar diapositivas visuales, con poco texto y con muchas imágenes o animaciones, que complementen visualmente las explicaciones narradas por parte del presentador.










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